Precios medios por desguace de coches según modelo

El precio que un desguace puede pagar por un coche varía considerablemente según diversos factores, siendo el modelo uno de los más determinantes. No todos los vehículos tienen el mismo valor una vez llegan al final de su vida útil, ya que la demanda de piezas influye directamente en la tasación.

Los modelos más comunes y con mayor presencia en el parque automovilístico suelen tener una salida más rápida de recambios, lo que puede traducirse en una mejor valoración. Por el contrario, coches muy antiguos, poco comunes o con piezas difíciles de reutilizar suelen tener precios más bajos.

El tipo de motor también influye. Vehículos diésel con componentes reutilizables, como motores robustos o cajas de cambio demandadas, suelen valorarse mejor que otros con menor aprovechamiento. El estado general del coche es igualmente relevante: un vehículo completo, aunque no funcione, suele tener más valor que uno muy deteriorado.

Además de las piezas, el peso del vehículo y la cotización de los materiales reciclables influyen en el precio final. Por este motivo, las valoraciones pueden variar incluso para el mismo modelo en distintos momentos.

Solicitar varias tasaciones y acudir siempre a desguaces autorizados es la mejor forma de obtener un precio justo y una gestión transparente del vehículo.

## La legislación exige autorizaciones para operar y gestionar residuos

La actividad de los desguaces en España está estrictamente regulada por la legislación vigente, ya que implica la gestión de residuos potencialmente peligrosos y el tratamiento de vehículos al final de su vida útil. Por este motivo, solo los centros que cuentan con las autorizaciones administrativas correspondientes pueden operar legalmente, tanto para dar de baja vehículos como para desmontar, almacenar y vender piezas usadas.

Estos centros reciben la denominación oficial de Centros Autorizados de Tratamiento (CAT) y deben cumplir requisitos técnicos, ambientales y administrativos establecidos por la normativa estatal y autonómica. Entre estas exigencias se incluyen instalaciones adecuadas para la descontaminación de vehículos, zonas impermeabilizadas, sistemas de recogida de fluidos y acuerdos con gestores autorizados de residuos.

Uno de los objetivos principales de esta legislación es evitar impactos ambientales graves. Un vehículo fuera de uso contiene aceites, combustibles, líquidos refrigerantes, baterías y otros componentes que pueden contaminar el suelo y el agua si no se gestionan correctamente. Por ello, la ley obliga a realizar una descontaminación previa antes de cualquier desmontaje o reciclaje.

Además, la normativa establece que solo los desguaces autorizados pueden emitir documentos oficiales como el certificado de destrucción o tramitar la baja definitiva en la Dirección General de Tráfico. Cualquier operación realizada fuera de este marco legal puede derivar en sanciones económicas y responsabilidades legales tanto para el operador como para el propietario del vehículo.

Para el consumidor, acudir a un desguace autorizado supone una garantía de legalidad, trazabilidad y correcta gestión de residuos. Para el sector, estas autorizaciones contribuyen a profesionalizar la actividad y a reforzar su papel dentro de la economía circular.