Cambios en emisiones ITV 2025 para diésel y Euro 6

La lucha contra la contaminación atmosférica es uno de los ejes centrales de los cambios introducidos en la ITV en 2025, especialmente en lo que respecta a los vehículos diésel y a aquellos homologados bajo la normativa Euro 6. El objetivo es garantizar que los vehículos mantengan, a lo largo de su vida útil, los niveles de emisiones para los que fueron homologados.

En los vehículos diésel, se refuerzan los controles sobre opacidad de humos y funcionamiento de los sistemas anticontaminación. La ITV presta especial atención a elementos como el filtro de partículas (DPF), la válvula EGR y los sistemas de reducción catalítica. A través de la inspección electrónica y visual, se detectan fallos, manipulaciones o anulaciones de estos sistemas, que pueden suponer una inspección desfavorable o negativa.

Para los vehículos Euro 6, el control se centra en verificar que los sistemas de control de emisiones funcionan correctamente. Aunque los límites de emisiones no cambian de forma drástica, sí se endurece la forma de comprobarlos. La lectura de códigos de error mediante OBD permite detectar anomalías aunque el vehículo no muestre síntomas evidentes durante la prueba.

Estos cambios buscan evitar que vehículos aparentemente en buen estado superen la ITV pese a emitir contaminantes por encima de lo permitido. Para los conductores, la consecuencia directa es la necesidad de un mantenimiento más riguroso y de atender cualquier aviso relacionado con emisiones antes de acudir a la inspección.

La ITV de 2025 se consolida así como una herramienta clave para mejorar la calidad del aire, especialmente en entornos urbanos, y para asegurar que la normativa medioambiental se cumple de forma efectiva.